Ajustando el consumo de la sal hacia el consumo responsable

Lic. Cecilia M. Abeleira

Ajustando el consumo de la sal hacia el consumo responsable

Lic. Cecilia M. Abeleira

Consumir sal en exceso es el principal factor de riesgo de hipertensión arterial (presión alta)

Constituye la principal causa de muerte prematura y la segunda de discapacidad por enfermedades no transmisibles como el infarto, los accidentes cerebrovasculares (ACV) y las enfermedades renales.

Una ingesta diaria de sal de aproximadamente 400-500 mg (0,4 – 0,5 g) es suficiente para garantizar el normal funcionamiento del organismo de un adulto. No obstante, en la actualidad, factores como la disponibilidad, el costo y la variedad de los alimentos junto a las costumbres, estilos de vida y hábitos alimentarios han llevado a que en la mayoría de los países el consumo de sal diario por persona exceda ampliamente lo necesario para el organismo.
La OMS recomienda como dosis diaria y máxima 5 gramos.

En Argentina, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el consumo de sal por persona es de aproximadamente 12 gr diarios, se calcula que entre el 65% y el 70% de la sal que se consume proviene de alimentos procesados o industrializados, principalmente como conservante y saborizante, alimentos preparados en restaurantes, puestos de comidas rápidas y deliverys.

Además de los alimentos que todos sabemos que tienen un gran contenido de sodio, como los embutidos, las conservas y los snacks, existen otros potencialmente más peligrosos porque contienen «sal oculta»: Estos, a veces ni siquiera tienen gusto salado y pertenecen a dos grandes grupos: los panificados (pan, galletitas dulces y saladas, medialunas, facturas, tortas, budines y pizzas) y los quesos.

El pasado mes de marzo, entre el 12 y el 18 se celebró la Semana Mundial de Sensibilización sobre el consumo de Sal. En ese contexto, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) advirtió que nuestro país se encuentra entre los de mayor consumo de sal de América.

Es importante tener en cuenta que los niños que consumen altos contenidos de sal durante su infancia tienen mayores posibilidades de padecer hipertensión y obesidad.

En Argentina rige la ley nacional N° 26905, sancionada en 2013, que busca reducir el consumo de sal en la población.

Algunas de las medidas que la ley establece son:

  • Fija los límites de sodio que pueden tener los alimentos.
  • Fomenta hábitos saludables y el desarrollo de campañas de difusión para advertir sobre los riesgos del consumo excesivo de sal.
  • Dispone que en los envases de sal haya mensajes que avisen sobre los riesgos que tiene el consumo excesivo.
  • Dispone que haya menús de comidas sin sal agregada.
  • Limita la oferta de saleros en establecimientos gastronómicos para que sólo tengas sal si la pedís.
  • Promueve que se use sal en sobres y sal con bajo contenido de sodio.

Y en casa, que podemos hacer?

  • Cocinar sin sal, utilizando en su reemplazo todo tipo de condimentos: pimienta, perejil, ají, pimentón, orégano, ajo, tomillo, etc.
  • Limitar el agregado en las comidas y evitar el salero en la mesa.
  • Probar siempre uno o dos bocados antes de poner sal.
  • En la compra: Leer las etiquetas!!! Como te mencione anteriormente los fiambres, embutidos y otros alimentos procesados (como caldos, sopas y conservas, inclusive productos light sobre todo las bebidas de este tipo) contienen elevada cantidad de sodio, para elegirlos hay que leer muy bien las etiquetas.
  • Todas las sales: La marina, la del Himalaya tienen cantidades similares de sodio, por lo tanto SIEMPRE lee la etiqueta antes de decidirte por una o por otra.

La decisión en la compra y en el consumo la tenemos los consumidores, estar informados nos da esta ventaja a la hora de elegir.

Elijamos con conciencia, busquemos salud, está en nuestras manos el prevenir la aparición de enfermedades relacionadas con nuestros hábitos alimentarios.

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12 de Octubre 254
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