Almacenar y conservar de manera adecuada los alimentos es fundamental para evitar que se deterioren, que haya intoxicaciones y que puedan aparecer las temibles ETA (enfermedades transmitidas por alimentos).

Los alimentos se clasifican de acuerdo a su tiempo de vida útil en No perecederos y Perecederos y de acuerdo a esta clasificación vamos a almacenarlos.

Los primeros se conservan por largo tiempo a temperatura ambiente; para ello es importante contar con un lugar específico con las mejores condiciones de limpieza y orden. La recomendación básica es almacenar estos alimentos en un lugar fresco, seco, iluminado, ventilado y sin luz solar.

El ambiente fresco y seco imposibilita el desarrollo de los microorganismos y la proliferación de insectos, por eso se recomienda, mantener los alimentos entre los 15ºC y los 18ºC. También mantener los paquetes originales siempre que sea posible. Están de moda unos frascos tan lindos! …pero, si elegís cambiarlos por uno de esos, asegúrate que sean herméticos.

Tener en cuenta además que nunca deben estar bajo la luz del sol ya que esta promueve la oxidación con la consecuente pérdida del valor nutricional y calidad del producto.

Una recomendación central es guardar los productos de limpieza en un espacio distinto a los productos alimenticios.

En cuanto a los Alimentos Perecederos, la mayoría de ellos necesitan estar en la HELADERA, donde la temperatura y los envases son dos factores muy importantes.

La temperatura a la que se debe mantener la heladera es de 6ºC promedio. Esto suele ser complicado, debido al número de veces que se abre la puerta. Por lo tanto como regla general tratar de abrirla lo menos posible. Las carnes son los alimentos que más riesgos llevan asociados a este tipo de problemas, mientras que los vegetales o frutas, son los que menos problemas padecen.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es no colocar alimentos o preparaciones calientes, ya que esto modificará la temperatura de la heladera y puede producir alteraciones en los demás productos.

Los estantes inferiores y los cajones reciben más frio. Se calcula que en algunos casos la diferencia de temperaturas entre el estante superior y el inferior, así como la pared interior y la puerta, puede llegar a ser de 3ºC. Por lo tanto el lugar adecuado para carnes y pescados crudos será la parte inferior, en el estante que se encuentra sobre el cajón de las verduras.

Resulta conveniente utilizar recipientes con tapa o sellados con papel film y siguiendo lo sugerido anteriormente, colocar lo crudo en los estantes inferiores y lo cocido en los superiores, por ej. Arroz cocido arriba y carne cruda abajo para evitar q caigan cualquier tipo de residuos o jugos y afecte lo que ya está cocido.

Lácteos, huevos y pastas: se pueden colocar en los estantes medios, es mejor colocarlos retirados de la puerta para evitar que pierdan frío cuando esta se abra.

Condimentos y aderezos: En los estantes de las puertas ya que en general no requieren temperaturas tan bajas.
Un error frecuente es poner demasiados alimentos en algunos estantes dejando otros prácticamente vacíos, lo que dificulta la circulación del aire frío entre los alimentos y su enfriamiento homogéneo. De esta manera hay más posibilidades de que se echen a perder. Como norma, distribuirlos de forma lo más homogénea posible, procurando dejar espacio entre ellos.

El almacenamiento correcto de alimentos en la heladera no solo permite que duren más sino también constituye un aliado a la hora de planificar tus comidas y ahorrar tiempo, por lo que resulta una buena práctica pre cocinar algunos, verduras por ejemplo. Guardar las de hoja ya lavadas y SECAS lo que facilita la preparación de menues más saludables y equilibrados.

El frezzer, súper practico también para lograr una alimentación saludable.

Cada grupo de alimento tiene su periodo de conservación, en este caso es clave mantener la temperatura inferior a -18ºC.

Según el tipo de alimentos, el tiempo de conservación puede ser de hasta 6 meses, o más incluso. Un dato importante es que una vez descongelado un alimento, jamás se debe volver a congelar, por lo cual, resulta útil fraccionar y rotular antes de frizar además de hacerlo por porciones justas para evitar así desperdicios. Siempre utilizar bolsitas aptas para freezer o envolver en algún film, para evitar el desecamiento de las superficies del alimento, colocar fecha de elaboración y cuál es el producto que estás congelando.