Las células madre son las «células maestras» del cuerpo ya que representan los elementos funcionales del tejido de los órganos, la sangre y el sistema inmunológico. Estas células poseen propiedades que las hace capaces de dividirse y diferenciarse para originar diferentes tipos de células y tejidos. Podemos encontrar células madre en la médula ósea, tejido adiposo, tejido de cordón umbilical, sangre de cordón umbilical, pulpa dental, entre otros. Cada una con un potencial terapéutico diferente, según la zona y el momento de donde se extraigan.
La sangre que fluye por el cordón umbilical de los recién nacidos es rica en gran cantidad de células madre sumamente potentes por el estado “virgen” en el que se encuentran, así como también las células que pueden extraerse del propio tejido del cordón umbilical.
Por este motivo su conservación en el momento del parto, es una oportunidad única.
La sangre del cordón umbilical es rica en células madre hematopoyéticas utilizadas en el tratamiento de enfermedades de la sangre como leucemias, anemias, linfomas, inmunodeficiencias, desórdenes metabólicos y enfermedades autoinmunes, entre otras.
El tejido del cordón umbilical (también conocido como Gelatina de Wharton) es el tejido que rodea los vasos sanguíneos del cordón, y está conformado por distintos tipos celulares, fundamentalmente por una rica población de células madre mesenquimales. Estas células tienen la capacidad de reparar órganos y tejidos, siendo la base de la medicina regenerativa.
Mas información: Protectia Banco Nacional de Células Madres
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