Estas técnicas suelen utilizarse cuando los tratamientos médicos o quirúrgicos no son exitosos o no pueden llevarse a cabo.
Se denomina técnicas de reproducción asistida a todas aquellas técnicas mediante las cuales se trata de aproximar en forma artificial a óvulos y espermatozoides con el objeto de favorecer el embarazo. Este encuentro asistido de las gametas femenina y masculina puede realizarse en el organismo de la mujer conformando la técnica de inseminación intraútero o fuera del cuerpo (“in vitro”) conocida como Fertilización in vitro o FIV. Desde que se registró el primer nacimiento de un bebe por medio de la fertilización in vitro en 1978, se han desarrollado muchas técnicas y el Indice de embarazos se ha incrementado notablemente. Desde entonces, muchos miles de niños han nacido en el mundo con la ayuda de estos procedimientos y las expectativas de una pareja que consulta por infertilidad han mejorado notablemente en los últimos años.
Veamos brevemente en que consisten estas técnicas:
Es un procedimiento sumamente sencillo que se define como el depósito de espermatozoides en forma no natural en la cavidad uterina de la mujer, en el momento próximo a la ovulación, con la finalidad de conseguir el embarazo.
Estimulación de la ovulación y monitoreo ecográfico.
Numerosos estudios han llegado a la conclusión de que se obtienen mejores resultados cuando la inseminación artificial va acompañada de una estimulación hormonal de la ovulación para lograr el desarrollo de varios y mejores folículos. Para estimular la ovulación se utiliza medicación a bajas dosis desde el día 3 o 4 del ciclo y se efectúan controles ecográficos periódicos que tienen la doble finalidad de programar el momento de la inseminación y conocer el número de folículos que presenta la mujer.
Cuando se observa que los folículos alcanzaron determinado tamaño, se aplica una inyección (hCG) que permite la maduración final de los mismos y la ovulación. Por lo tanto, unas horas después de esta aplicación se efectúa la inseminación.
El esposo debe recolectar una muestra de semen, unas horas antes del procedimiento, y la misma se procesa para separar los espermatozoides de mejor calidad por técnicas denominadas Swim up, Percoll , etc.
Estos espermatozoides se colocan por medio de una delgada cánula en la cavidad uterina. Este es un procedimiento indoloro que dura unos pocos minutos y la paciente retoma inmediatamente su vida normal. Es un procedimiento que se puede comparar con la toma de muestra para un Papanicolaou. Los resultados de este procedimientos dependen fundamentalmente de la edad de la mujer y de la causa de su infertilidad, pero en forma global se puede considerar que la tasa de embarazo por ciclo es de alrededor del 15y la tasa acumulada al cabo de 6 ciclos de inseminación es del 50-60
En esta técnica, la fertilización del óvulo por el espermatozoide se produce en un medio artificial en el laboratorio, pero el proceso de fertilización es totalmente natural, ya que se colocan un promedio de 200.000 espermatozoides alrededor de un óvulo, que ser penetrado o fecundado naturalmente por uno de esos espermatozoides. Así se forman los embriones que luego son transferidos a la cavidad uterina por vía vaginal mediante diferentes tipos de catéteres, constituyendo un procedimiento sencillo e incruento.
Esta técnica fue desarrollada inicialmente para el tratamiento de la infertilidad causada por obstrucción de las trompas. Sin embargo, con el correr del tiempo, las indicaciones fueron ampliándose y extendiéndose a todos aquellos casos en los que existe dificultad en el encuentro entre los espermatozoides y el óvulo. Así se han tratado factores masculinos, endometrosis, problemas
inmunológicos, esterilidad sin causa aparente, etc.
Los pasos de esta técnica son:
En la actualidad se sabe que los mejores resultados se logran con la posibilidad de recuperar un buen número de óvulos. El médico desea optimizar las chances de embarazo en cada intento de FIV, por lo que administra medicación para que se desarrollen varios folículos. Tener varios óvulos y por lo tanto, varios embriones, dará mayores expectativas de que al menos uno logre
implantarse. Esta administración hormonal se denomina hiperestimulación ovárica controlada, pues busca el desarrollo multifolicular con un estricto control de su desarrollo para evitar posibles complicaciones.
Una vez que la mujer se indispone, se administran también diariamente las hormonas que estimulan la ovulación. Para ello existen distintos medicamentos, con múltiples esquemas posibles. El médico indica un esquema específico para cada paciente teniendo en cuenta la edad, los niveles hormonales, las respuestas previas, etc., de modo que puede diferir entre distintas mujeres.
Generalmente entre el 6 y 8 día del ciclo el médico indica a la paciente hacerse ecografías transvaginales y quizás análisis hormonales. A través de ellos se conoce cómo están respondiendo los ovarios y por lo tanto, cómo se deben ajustar las dosis de los medicamentos.
Cuando los folículos han logrado un crecimiento adecuado, se indica la aplicación de otra hormona (hCG), con lo que se termina de madurar al óvulo. De 34 a 38 hs después, se procede a la punción y aspiración de los folículos.
En determinados casos, es posible que el médico no utilice ninguna de las drogas descriptas, a fin de obtener la maduración de un solo óvulo y por lo tanto , el desarrollo de un solo embrión. Estos ciclos se denominan “espontáneos o naturales”, y pueden utilizarse en casos en que no se desee correr riesgos de embarazo múltiple, o cuando haya antecedentes de mala respuesta a la
estimulación.
La recuperación de los ovocitos, que están en los folículos que se desarrollaron en el ovario con la estimulación, se realiza por vía transvaginal y guiada por ecografía, lo que permite efectuar esta técnica en forma ambulatoria con el uso de anestesia general o local.
Por medio de un transductor ecográfico vaginal, el médico puede ver los folículos, punzarlos y aspirar el contenido, que luego es enviado al biólogo para que determine si se aspiró el óvulo. Este procedimiento se repite con cada folículo. El tiempo que demanda este procedimiento es de 20 a 30 minutos.
No necesariamente de todos los folículos se recolectan óvulos. Es posible que algunos folículos no tengan óvulos o que los presenten en un estado madurativo no apto para ser fertilizado.
Una vez que los ovocitos son recuperados, se examinan en el laboratorio y se clasifican según su madurez. Ese mismo día, el esposo lleva una muestra de semen que se procesa con técnicas especiales para separar los espermatozoides móviles. Estos espermatozoides se incuban junto con los óvulos en la incubadora, a la misma temperatura que la corporal de la mujer y en medios de cultivos específicos.
Luego de unas 18 horas los óvulos son examinados para ver si fueron fertilizados por un espermatozoide. El signo de fertilización es la presencia de dos pronúcleos, el masculino y el femenino. Lo habitual es continuar el cultivo en el laboratorio durante 48 a 72 horas. Durante ese período, el óvulo fecundado se divide varias veces, por lo que se transforma en un embrión multicelular.
La transferencia embrionaria es un procedimiento sencillo pero sumamente importante. Se efectúa en forma ambulatoria sin necesidad de ningún tipo de anestesia. Se colocan los embriones en el interior de un catéter fino y blando que se pasa por el cuello del útero para depositar los embriones en la cavidad uterina. Generalmente la transferencia se realiza 3 días luego de la recuperación de ovocitos.
La cantidad de embriones a transferir depende de la edad de la mujer, habitualmente el número es entre 2 y 4. Luego de la transferencia
Habitualmente el médico indica la administración de una hormona llamada progesterona, la cual prepara el endometrio (capa interna de la cavidad uterina) para la implantación del embrión.
Unos 12-14 días luego de la transferencia se efectúa el test de embarazo.
Esta es una etapa de espera que genera mucha ansiedad, por lo que se recomienda efectuar una vida tranquila y realizar actividades que ayuden a la distracción.
Las tasas de embarazo de esta técnica varían principalmente según la edad de la mujer, la causa de la infertilidad, la calidad de los óvulos, el número de embriones transferidos, la calidad espermática, etc.
Globalmente, las tasas de embarazos son aproximadamente de un 35 lográndose más de un 70luego de 4 intentos.
Estos resultados se tienen que interpretar conociendo que la tasa de embarazo natural en las parejas es de 20 a 30 con lo cual estas técnicas permiten a parejas con pocas posibilidades de embarazo espontáneo equiparar las tasas de fertilidad de la naturaleza.
Muchas veces, luego de efectuar una FIV sin resultados de embarazo, el médico puede sacar algunas conclusiones que le permiten interpretar mejor la causa de la esterilidad y en muchos casos, puede efectuar algunas modificaciones para próximos intentos.
Este procedimiento es básicamente idéntico al que se describió previamente para la FIV con una única variante en la etapa de fertilización: en vez de incubar los espermatozoides con el óvulo, Este es inyectado para colocar un espermatozoide en su citoplasma. Para ello se utiliza un equipo denominado micromanipulador que permite con una pipeta sostener el óvulo y con otra más delgada inyectarlo.
Esta técnica ha abierto una importante posibilidad terapéutica, especialmente para la esterilidad conyugal de origen masculino. Hombres que hasta hace pocos años tenían como únicas alternativas la adopción o la resignación, hoy tienen la posibilidad de lograr un embarazo. Luego de varios años de experiencia con ICSI, se puede considerar que las posibilidades de éxito de esta técnica son similares a la FIV convencional.
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